Nueva York. Urbe. City. Magia, galmour, leyendas y verdades se mezclan en este trozo de asfalto considerado por algunos como la capital del mundo.
Nueva York, inspira. Por el cine o por las películas que uno se imagina. Querida y odiada, soñada o abandonada. ¿Qué os voy a contar? Cada uno tiene su propia historia sobre New York. Pero eso sí, todo el mundo tiene una. En el cuerpo o en la mente.
El viaje de hoy, lo protagonizan N & Y. Una pareja que quería hacer una boda inspirada en Nueva York. Nos ilustra este viaje por la capital la magnífica Raquel Benito (www.raquelbenito.net) que con sus fotografías ha captado la esencia de esta boda 21 de Marzo.
La dirección era clara, le echamos imaginación, creatividad y mucho amor…
La puerta abierta, para que puedas entrar.
Atreverse a pintar de colores nuevos lo que siempre es de un mismo color ¿porqué no? ¡Pink Lemonade!
Un simpático detalle. ¿En qué hora prefieres vivir?
La boda se celebraba en l’Avellana Mas d’en Cabre, un lugar precioso. ¿Qué os parece el interior?
Si subimos a la escalera tenemos vistas al bosque.
Desde aquí se puede espiar el montaje de la ceremonia.
¿Os gusta el ramo? ¡Está hecho handmade por nosotros!
¿Volar? Sí… queremos.
Botellitas con un tipo muy especial de claveles amarillos, ideales para la decoración de las sillas de la ceremonia.
Detalles, detalles, siempre los detalles. Preparamos conos con pétalos para que pudieran ser lanzados al aire.
Muebles antiguos y piezas vintage. Los novios aportaron un logradísimo atrezzo.
Sacar partido de las condiciones que presentan los elementos. Reinventar lo que ya existe para darle nuevos usos. Se abre el aperitivo ¿vamos?
Seafood ¡el buffer del Mar!
¿Algunos aperitivos? Las bolas de espinacas con almendras y miel de flores,
o el salmón ahumado con mostaza de eneldo…
Después del aperitivo empezó una cena magnífica que muy pronto os contaremos…
Por ahora, nos quedamos un rato en Nueva York con esta agradable sensación de love.