Invitación, llevar máscara y vestir de etiqueta eran las premisas imprescindibles para poder asistir al evento. Un evento que no dejó a nadie indiferente.
El tradicional Masquerade Ball volvía al Liceo después de años de ausencia. Un retorno al baile de mascaras, al misterio, al glamour y a la exclusividad.
La noche del viernes fue realmente una experiencia en todos los sentidos… estética, gastronómica y musical, todo en un mismo espacio.
El círculo del Liceo abrió sus puertas a una luxury night que será muy, muy difícil de olvidar.
Alta gastronomía y platos gourmet se mezclaron con el show, con la fiesta…
Un acompañamiento sorprendente, mezclas explosivas y texturas inimaginables…