…con David Pla
Lunes, otra vez. Te despiertas, y ahí está: toda la semana por delante. Pero no estás solo. Queremos que te despiertes al lado de personas interesantes, acostumbradas a montar eventos por todo lo alto. Pero no te acurruques demasiado, esto va de abrir los ojos… y la mente.
Bienvenido a El café de las nueve y veintiuno. Anécdotas, secretos y recetas. ¿El hilo conductor? Las mismas diez preguntas planteadas a distintas personas.
El es David Pla, y se recuerda casi desde que tiene uso de razón con una cámara entre las manos. Desde que con 8 años consiguió ahorrar 1900 pesetas y se compró una Werlisa Club Color, con la que fotografiaba todo lo que se ponía delante suyo, aunque a veces sin carrete, ya que el presupuesto no daba para tanto.
Fue años más tarde que decidió formarse como fotógrafo y convertirlo en su medio de vida. Ha pasado por diversas facetas de esta industria, laboratorio, ventas, etc pero decidió quedarse con la fotografía de boda en la que lleva ya veinte años y con la que continua disfrutando como el primer día.
2. Un evento es la mejor solución cuando… quieres mostrar algo al mundo, desde el amor de una pareja, una tienda o cualquier nuevo producto. Es la mejor solución para estar en boca de todo el mundo, pero también se puede girar en contra si la organización no está a la altura. Así que ojito…
3. Lo más divertido que te ha pasado… en veinte años ha habido tantas anécdotas. Ahora mismo recuerdo una, que aunque al final resultó ser divertida, en el momento aseguro que quería morir. Tenía un pantalón que me encantaba para trabajar, era cómodo, tenía los bolsillos adecuados, etc. Lo llevaba siempre en todas las bodas, y claro, empezaba a ser bastante veterano. Recuerdo un día en una boda, justo al principio, realizando el reportaje en casa del novio, el pantalón se me rajó entero por la ingle, o sea imposible de disimular y a 150 kms de casa. Deseaba que la tierra me tragara. El novio, él mismo, ni corto ni perezoso me pidió que me los quitara, cogió aguja e hilo y le hizo un remiendo espectacular que aguantó toda la jornada. La imagen de él, vestido de novio, con su chaleco, su prendido y su corbata, sentado en la cama cosiéndome el pantalón y yo observando delante en ropa interior…no tiene precio (y nunca verá la luz).
4. Es imprescindible… que haya química, es primordial para que el trabajo salga bien, que haya buen rollo entre fotógrafo y pareja, que estos estén relajados y divertidos. A partir de ahí todo va fluyendo.
5. Nunca olvidarás el día que… el día que estaba subido al altar, justo en el solemne momento del intercambio de alianzas y contemplé atónito, como fuera de la iglesia la grúa se estaba llevando mi coche. ¿Qué hago? ¿Cómo si nada? ¿Paro la ceremonia y voy a buscarlo? Que trago pasé. Afortunadamente un invitado advirtió mi cara de descomposición, se acercó a mí para pedirme la llave y resolvió el percance.
6. Brindas con…. vino tinto, siempre.
7. El día antes del evento… repaso el equipo compulsivamente, que lo lleve todo, que las baterías estén cargadas. Y lo hago una y otra vez. Es muy desagradable comprobar que te falta algo.
8. Y el día después… repaso todo el material, selecciono y empiezo con la edición. Esta fase a veces la inicio en el momento justo en que llego de la boda, a veces las 4 de la mañana o más, pero necesito repasar el trabajo.
9. El aperitivo que no puede faltar es… no tengo ninguna duda, por supuesto, el jamón!
10. Lo que más te gusta de 21 de Marzo es… a parte de la calidad, que es espectacular, el trato con todo el mundo, atentos y serviciales. Las facilidades que dan a los profesionales y el respeto que tienen por tu trabajo haciéndotelo todo muy fácil. Ojalá fuera siempre así.
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