…con Eli de The Wedding Dreamer
Lunes, despierta la semana, la actividad, el ruido. Tus ojos se abren lentamente, volvemos a la carga. Anécdotas, secretos, recetas y ánimos. Este lunes nos lo comemos con patatas. Este lunes, será un gran lunes.
Bienvenidos a El café de las nueve y veintiuno.
Sí, ya lo sabéis. No nos gusta tomar café solos. Por eso, nos hemos reunido con personas interesantes, que tienen cosas que contarnos, que nos gustan y que están acostumbradas a montar eventos por todo lo alto. ¿El hilo conductor? Las mismas diez preguntas planteadas a distintas personas.
Ella es Elisenda, bueno Eli, que así es como le gusta que le llamen. Precisamente hoy nos cuenta que acaba de poner un tímido pie en el fantástico mundo de las bodas y eventos con su nuevo proyecto: The Wedding Dreamer. Su nueva empresa es lo que le aporta una sonrisa todos los lunes, que ya es mucho. «Dicen, que la prueba de que te guste tu vida, es que te gusten los lunes. Creo que lo he conseguido.» Estudió arquitectura técnica, entre otras cosas, y se especializó en el diseño de interiores, ya que donde más disfruta es creando espacios. Después de estar en despachos con arquitectos y constructoras como jefa de obra, la vida le empujó a hacer lo que realmente le hacía feliz, que era ayudar a crear momentos únicos y estar en contacto con la gente. Como apasionada de las bodas, apuesta por las bodas pensadas al detalle en las que que todo tiene un sentido o un por qué, que tengan la esencia de la personalidad de la pareja, y ¡que tengan ganas de pasárselo bien!
1. Trabajas para… ayudar y acompañar a todos aquellos que quieran crear momentos, quieran celebrar y crear bodas para soñar. Supongo, que no hay nada mejor que trabajar para hacer feliz a los demás, y poder crear momentos donde las sonrisas y el buen rollismo están siempre presentes.
2. Un evento es la mejor solución cuando… se quiere celebrar cualquier acontecimiento, por pequeño que sea, y quieres compartir esa alegría. ¡Lo importante es celebrarlo! Y como digo yo, los grandes momentos, si son compartidos, mejor.
3. Lo más divertido que te ha pasado… en un ataque de esos del más propio síndrome de Diógenes, cuando estaba reformando un restaurante en la zona alta de Barcelona y preparando mi primera boda, el propietario iba a tirar mesas, sillas y bancos de madera, y claro, a mí se me pusieron los ojos como platos. Así que, como tenía la llave, conseguí una furgoneta y entre tres personas nos metimos en el local, con frontal en la cabeza porque no había luz, y sacamos un banco donde se iban a sentar los novios, entre otras cosas, salteando algún que otro roedor dentro del local (imaginaros mi grito) y cargando la furgoneta en medio de vía augusta, con los frontales en la cabeza, como su estuviéramos tramando algo malo. ¡Suerte que no pasó la urbana, porque me hubiera muerto de la vergüenza!
4. Es imprescindible… que las parejas y los clientes estén felices con nuestro trabajo y conseguir que cada evento refleje la personalidad del anfitrión, sin perder nuestra esencia. Servirles de ayuda porque su satisfacción es nuestra motivación a seguir.
5. Nunca olvidarás el día que… hice mi primera sesión de inspiración, las primeras veces siempre se recuerdan, pero para mí tiene valor añadido que profesionales del sector, confiasen en mí y en mi proyecto cuando justo empecé a abrir camino en el sector.
6. Brindas con… lo que tenga en el vaso o en la copa, ¡lo importante es brindar!
7. El día antes del evento… repaso listas para no dejarme nada, agrupo todo lo que me tengo que llevar para tenerlo todo a la vista, aunque mi casa parezca un rastro, reviso timing y si formo equipo con más gente, les mando un mensaje motivador antes del gran día. Supongo que me gusta la idea de sumar esfuerzos, formar equipo, que todo el mundo se sienta parte de él y haya “buen rollo”, creo que, solo así se puede alcanzar el objetivo.
8. Y el día después… parece que me haya pasado una apisonadora por encima y literalmente, no sirvo ni para escuchar si llueve. Pero con una gran sonrisa al pensar que todo esfuerzo mereció la pena.
9. El aperitivo que no puede faltar es… disculparme si suena a tópico, pero donde esté un buen jamón y un buen pan con tomate que se quite todo lo demás. Y si no, véase como los invitados siempre acaban con sus existencias en cualquier evento o rondan al maestro cortador de jamón cual trilero en las ramblas.
10. Lo que más te gusta de 21 de Marzo es… la calidad de los productos que ofrecen y las presentaciones tan cuidadas y personalizadas. Miman al cliente y saben cómo hacer que el cliente quede más que satisfecho. Su corporativismo y la pasión que le ponen y su gran equipo son la clave de su éxito. Sin duda, una boda con 21 de marzo es una boda de ensueño.
Foto portada vía Marta Pérez.