¡Compartido todo es mejor!
¡Cómo nos gustan las bodas llenas de significado! La novia, la protagonista de esta historia, pasaba sus veranos en Pedra, un romántico pueblecito en Bellver de Cerdanya. Un agosto, de vete tú a saber qué año, decidió que justamente allí iba a casarse. Y como no, aquí estamos.
Rodeados de un entorno rural e idílico creamos una propuesta rústica, acorde con el pueblecito (que en 2015 tan solo tenia 15 habitantes), un sitio ideal para celebrar de manera íntima su día con todos los invitados! Las miradas estaban centradas en el chuletón de ternera, que iba saliendo de las brasas, uno a uno, y se colocaban en el centro de la mesa para compartir. Y, junto al chuletón, haciendo honor al lugar, no podía faltar un delicioso trinxat de La Cerdanya con panceta.
“Pásame el el surtido de panes!”, “Un chuletón al punto, por favor!”, “Quién se acaba el último trozo de carne? Pedimos otro?”…
¡Y así fue esta bonita boda, porque compartido todo es mejor!
Photos by Pablo Béglez