Mazda CX-5 Car Launch

Es tan importante cuidar el producto, como fidelizar al cliente como mimar al trabajador.

Es por eso que crear experiencias entorno a toda esa comunidad hará que tu marca hable por partida doble. La mejor publicidad la hacen los de casa.

 «Las experiencias más poderosas no son las que te cuentan, son las que vives.»

Después de un tiempo de turbulencias, tiempos efímeros y velocidad en todos los sentidos, ahora estamos en una época menos exigente. Ha llegado el momento de parar para volver a arrancar. Necesitamos ir a nuestro ritmo, con menos prisas y más satisfacción. Y eso pasa con las personas y con las marcas. Funcionan las marcas que nos acompañan, que no presionan ni obstruyen.

Es por eso que ha llegado el momento de crear experiencias entorno a tus comunicaciones. Buscar un espacio como Masia Ribas,con un ambiente cálido y relajado será un acierto. Jardines, bosque y una sala perfecta para trabajar sin el bullicio de la ciudad y un gran espacio para que la prensa pueda trabajar. Ambiente inmejorable para echar a volar la creatividad.

Acompañar el día con una propuesta gastronómica a medida, trabajada y desarrollada en función del breafing será clave para que cada elemento forme parte de un único concepto. Todo uno, todo fluye.

 Solo así podremos conseguir que el catering sea el maridaje perfecto para el gran día de trabajo.

Así fue el lanzamiento del Mazda CX-5, un evento redondo organizado por la agencia Factor3 en Masia Ribas del que pudimos formar parte.

 

Fotos by Miki Bosch

 

¿Cenamos en casa?

Domingo noche, final de finde y llega la hora de cenar. Tienes unos invitados muy especiales. Una cena en petit comité.

Noche íntima… ambiente relajado y muy gastronómico…

Tu pones la casa, nosotros el resto.

¡Y así fue!

Nuestro cocinero llegó temprano, se hizo con la cocina y… ¡Manos a la obra!

Cocinó unos exquisitos raviolis de gamba roja de Palamós rellenos de pies de cerdo y ceps, con salsa de rustido.

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Mientras Ferran hacía de las suyas en la cocina, nuestros camareros dieron la bienvenida a los invitados con un tentempié de chips Bonilla en conos y pan de coca de vidrio de Argentona con tomate y jamón ibérico de bellota. Seguidamente pudieron degustar el mi-cuit de foie gras extra con chutney de tomate y café, la original tortilla de bacalao en huevo y el delicioso ceviche de calamar y pepino.
Para terminar con los aperitivos, también servimos tataki de atún con vinagreta de tomate y tomillo, ensalada crujiente de quinoa y verduritas, croquetas caseras y un mini canelón con espinacas a la catalana.
Acompañando de un buen vino y una decoración muy chic y a la vez elegante, pasamos a los postres con una degustación de quesos, pan, chocolate y sal, un refrescante polo de lima, halls y menta, nuestro Cheescake 21, un flan de cacahuete y la pannacotta de naranja y vainilla.
El resultado fue excelente, con un menú a medida, una amplia propuesta gastronómica y un trato próximo con clientes mezclado con profesionalidad y cercanía.
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¿Qué, os apetece? ¿Cenamos en casa?