Historia de una boda
Fue un sábado de nervios, emoción y alegrías. Todos estábamos pendientes del cielo.
El día empezó nublado y a medida que se acercaba el momento clave las nubes iban multiplicándose como por arte de magia. Todos pensábamos en lo peor, la tormenta era inminente
Aun no sabemos que pasó. Pero pasó. El sol quería estar presente. Quería ver lo mucho que se querían. El amor se notaba en el ambiente y es que era tan, tan, tan fuerte que había viajado des de la India al Empordà.
Esa intensidad invitó al sol, a la fiesta y a un día que seguro recordaremos durante mucho tiempo.