Roscón de Reyes… ¡una tradición dulce que nos encanta!
¡¡El 6 de enero nos gusta y mucho!! Llegan los Reyes Magos cargados de regalos para pequeños y mayores. Es un día único, especial, irrepetible…. Una ocasión para volver a sentirnos niños de nuevo… pero sobre todo, nos gusta porque es un día familiar, de comidas interminables y largas sobremesas, con un gran protagonista gastronómico… ¡el Roscón de Reyes!
Los turrones y polvorones de Navidad ceden el protagonismo al gran Roscón, un bollo de masa fina en forma de anillo dorado con pedacitos de fruta confitada de colores y relleno de crema, chocolate o nata montada. Pero además, este tradicional postre esconde en su interior «sorpresas» como las figuritas de los tres Reyes o el haba, que según la tradición a quién le toca tiene que pagar el roscón.
¿Te atreves a preparar un Roscón de Reyes casero by 21deMarzo? ¡Allí va nuestra receta!
Ingredientes:
- 650 g de harina pastelera
- 250 ml de leche tibia
- 25-30 g de levadura fresca
- 120 g de azúcar
- 120 g de mantequilla derretida
- 2 huevos y 1 yema
- 10 g de sal
- 2 y 1/2 cucharadas de agua
- Piel rallada de 1 limón grande y 1 naranja
Para decorar:
- Frutas escarchadas al gusto
- Azúcar
- 1 huevo batido
- Una naranja
- Figuritas horneables (opcional)
- 1 haba (opcional)
Preparación:
Mezclamos un poco de leche con 2/3 cucharadas de harina. Añadimos 25-30 gr de levadura fresca desmenuzada y lo removemos todo. Tapamos y dejamos fermentar unos 15 ó 20 minutos en temperatura ambiente.
Una vez la masa de arranque ha fermentado, añadimos en un bol grande el resto de la harina y vamos añadiendo poco a poco los ingredientes: azúcar, ralladura de limón y naranja, sal, leche, 2 huevos, azúcar, la masa que teníamos en el otro recipiente fermentando, agua y por último la mantequilla derretida. Removemos hasta que quede una masa homogénea.
Enharinamos una superficie lisa y amasamos durante unos minutos con nuestras manos. Si es necesario le añadimos un poco más de harina para poder trabajar bien la masa y le vamos dando forma de bola. Una vez bien amasada, la guardamos en un recipiente hermético o tapada con uno o dos paños húmedos durante un par de horas en un lugar cálido.
Después de este tiempo, la masa debe haber crecido aproximadamente el doble. La sacamos del recipiente y en una superficie lisa harinada la amasamos de nuevo y poco a poco le vamos dando forma a nuestro roscón, sin olvidar el agujero de en medio, que se hará más pequeño al hornearlo, así que es conveniente hacerlo grande. Una vez hecha la forma, lo dejamos reposar nuevamente durante aproximadamente una hora bien cubierto y en un lugar caliente.
Antes de decorar el roscón podemos pintarlo con huevo un poco. Para decorarlo, podemos utilizar diferentes tipos de fruta escarchada, naranjas confitadas, almendras laminadas o azúcar glass, por ejemplo.
Para finalizar, si queremos añadir figuritas, debemos introducirlas bien dentro de la masa para que no se vean. Una vez tenemos el roscón decorado, lo metemos en el horno precalentado a 180°C durante unos 20 minutos. Pasado este tiempo, lo dejamos enfriar y ya estará listo para comer. También, si se quiere, se puede cortar por la mitad y rellenarlo con nata, trufa o crema.
¡¡Y ya está, a disfrutar del Roscón y del día de Reyes como si fuéramos niños!!
Foto vía Pinterest.