Una boda muy mágica
Un sábado soleado, todo estaba preparado y a punto para la llegada de los novios.
Creamos una ceremonia muy íntima, y así fue… ¡no faltaron lágrimas de felicidad!
A ritmo de Gintónics y un aperitivo a base de buffets, llegó el momento Gastrobar: «Come lo que quieras y como quieras».
Como siempre, la fiesta terminó con muchos bailes, risas y buen rollo, la mejor combinación para una noche mágica de verano.
Fotos vía The Fotoshop.