Una no boda en Puigcerdà
Se levantó el día nublado, como los dos anteriores y creo que como el resto del año.
Todos los que esa mañana despertamos en Puigcerdà, lo primero que hicimos fue mirar el cielo, incluso antes de lavarnos la cara y tomarnos el café de buenos días.
No llovía, buena señal.
Jersey en mano, dirección Torre del Remei y preparados para un día muy intenso nos pusimos manos a la obra para organizar, preparar y terminar los últimos detalles de la boda.
A medida que avanzaba la mañana y retando a la incredulidad de todos los presentes allí, el cielo se iba abriendo para dejar un panorama totalmente azul con un sol que apretaba sin piedad.
El montaje iba viento en popa y el cielo también se vistió para la ocasión.
La lluvia sólo apareció en los speech de la ceremonia, las chaquetas y los fulares perdieron protagonismo y al son de la música y cervezas frescas, empezó una preciosa boda soleada en Puigcerdà.
Fotos by Reni Wu .