El pastel de bodas se ha convertido en una tradición que vemos en bodas desde hace muchísimos años. 

Aunque las tartas han evolucionado, al igual que las personas y los tipos de bodas que se hacen en la actualidad. 

Su origen se remonta a tiempos romanos, donde lo que hacían con el protagonista de nuestro post de hoy (que en ese momento utilizaban pan), era una vez terminaba la boda, lo colocaban encima de la cabeza de la novia y lo rompían. Lo que hacían con este gesto era simbolizar fertilidad para esta. Y los invitados debían recoger las migas y comérselas par dar buena suerte a la pareja. 

De esta manera, vemos que el pastel nupcial forma parte de las celebraciones de las bodas desde esa época. 

Como dice la tradición, lo normal es que encima del pastel haya una figurita de novios, aunque también encontramos figuras como las palomas blancas y las alianzas. Los novios, lo cortan con un cuchillo o con una espada.

Y con las evoluciones que hay hoy en día… ¡se puede poner lo que los novios deseen y hacer mil tipos de pasteles!

Hay mucha gente que piensa que es una tradición que está pasada o que es antigua y a la hora de los postres eligen directamente un postre en mesa o un buffet dulce.

Pero nosotros creemos que es una costumbre que se puede representar de distintas maneras y que al tener un significado especial, siempre es bonito elegirla. 

¿Un solo pastel o más? Podéis elegir solo un pastel (y que sea bien grande), cortar el pastel y repartirlo con todos vuestros invitados. Otra opción es elegir un pastel más pequeño y representar el momento del corte del mismo o simplemente añadirlo al buffet de postres junto a una gran cantidad de referencias dulces para que los invitados puedan elegir. Por otro lado, una buena alternativa, es hacer un buffet de pasteles, así hay variedad y no tienes que elegir solo uno (que a veces es complicado). 

Y por supuesto ha llegado el momento de hacer referencia a @lolitabakery. Unas grandes profesionales de la repostería que crean momentos inolvidables a través de pasteles. Desde el más básico para aquellos que quieran algo sencillo a los más extravagantes para los más atrevidos. 

Se puede personalizar, de manera que es una buena opción para escoger aquello que os identifica y plasmarlo en el pastel. Colores, formas, sabores, historias.

Así mismo hay muchísimos sabores para elegir; Red velvet, Carrot cake, Devil’s food, Cookies & Cream, Yogurt & Berries y Peanut butter cake entre algunos.

 ¿Vosotros con cuál os quedáis?